Esta era la columna inicial de 'Viaje por Uno' de la que hablaba en el post anterior [qué raro.. un 'post' anterior cuando debiera ser 'posterior']. Bueno, el caso es que éste es aquel intento de columna:
Mayo 26 2001
De nuevo en casa y me pregunto si realmente esta es mi casa. Todo es conocido, familiar, propio y a la vez ya no es mío. Fui de otros lugares, fui de otro tiempo, fui del silencio y de la alegría. Mías fueron las montañas, los ríos, las aves, la gente. Y a la vez no fueron míos, ahora entiendo que yo quise ser con ellos.
• Inventario e invención
México - Holanda - India - Nepal - Tibet - México. Sesenta y cinco estampillas, treinta y dos rollos por revelar, una campana, tres zaris, una dulce tarjeta de cumpleaños, un mapa en un idioma que no entiendo, nueve boletos de museos y monasterios, tres cassettes de música india, una caja de incienso, varias rupias en peligro de extinción...
Una bolsita de té de darjeeling, diez postales que no envié, una servilleta del restaurante Luden, una pluma del Van Gogh Museum, un elefante de sándalo, una tangka, una copia del Ramayana, un folleto de un spa en Tepoztlán (una larga historia), una libretita llena de apuntes, direcciones, garabatos y un inventario que podría seguir...
Veinte horas de vuelo acumuladas, dos noches sin dormir, cansancio, tres días de mirada perdida, una semana de pasos difíciles con la conciencia adormilada, una canción de U2 que repito como mantra, una baja considerable de pastillas para el dolor de cabeza y más allá del jet lag una enorme sonrisa... ¿Qué queda después del viaje?
• Empacar/Desempacar, eterna dualidad
Empacar no es cosa fácil, ni siquiera después de ocho veces de práctica porque siempre hay que arreglárselas para encontrar espacios imposibles para compras imposibles.
Y creo que desempacar es más difícil. No me refiero al ritual conocido de llegar al cuarto, buscar la llave del candado de la maleta (este procedimiento siempre toma más tiempo del que calculamos), forzar el candado, caer en la desesperación, enojarnos, culpar a la persona más cercana de nuestra mala suerte, encontrar la llave en el lugar más obvio, abrir el candado, abrir la maleta, romper el cierre, sacar lo necesario y colgar la ropa o guardarla en un cajón y salir a comprar una nueva maleta.
Por desempacar me refiero a todo lo que hacemos al final del viaje, la conclusión, el difícil acto de "deshacer la maleta", es decir, regresar la maleta a esa prisión oscura e involuntaria del clóset, porque en definitiva la maleta queda desecha... física y moralmente.
Sacar la ropa sucia, los regalitos, encargos y souvenirs constituye también un evento sin importancia. Pero en este lado del universo, abrir la maleta significa abrir la caja de Pandora. Significa que todos aquellos pasajeros incógnitos salen de su encierro para invadir mi vida: anhelos, emociones, máscaras, recuerdos, preguntas, respuestas, ideas, palabras, formas de ver el mundo, caras, olores, sabores, colores. Todos son nuevos, viejos, propios y extranjeros. Todos pasaron desapercibidos en la aduana.
Para este tipo de contrabando sólo hay dos formas de redención: perseguir sin piedad a esos demonios que deambulan en libertad... y escribir sobre ello. Tarde o temprano tenemos que sacar todo, tiene que haber una catarsis. Algunos se conforman con revelar las fotos e invitar a los amigos un cafecito para contar las aventuras. Creo que no es mi caso.
En un plano más terrenal, también están los demonios de los "hubiera": todo lo que no compré, lo que se me olvidó hacer, lo que no visté, lo que no aprendí, lo que pude haber traído conmigo y no traje.
• Viaje ahora... reflexione después
Es difícil imaginar que cuando uno termina un viaje inicia, de alguna manera, un viaje más. Pero así sucede sin que nos demos cuenta. Ya no se requiere boleto de avión, pasaporte ni equipaje. Sólo un poco de reflexión para responder a ciertas preguntas inevitables que se van colando en la vida.
El verbo viajar debería ser irregular de origen, porque su destino también suele ser irregular. En el pretérito es más un "aprendo" que un "viajé", en el presente es más un "vivo" que un "viajo" y en el futuro es más un "extraño" que un "viajaré" (aunque nunca debe descartarse la diaria posibilidad o esperanza de emprender un nuevo viaje). Este es el tipo de complicaciones posteriores a las que se hace acreedor el viajero.
El viaje es mirada, encuentro, saludo, despedida. Es moverse, caminar, correr, trasladarse, rotar, volar, nadar, aprehender y soltar. Nos deja quietos, nos cambia, nos llena de colores, nos ilumina desde nuestro propio centro. El viaje es reminisencia, huella, es un fino halo de nostalgia y un nuevo brillo en los ojos. El viaje es nunca regresar al mismo punto de donde se partió.
• ¿Qué queda después del viaje?
India, Nepal y Tibet, lugares donde la brújula de la reflexión se detiene a pedir instrucciones. No es casualidad que Oriente sea una moda. Oriente responde preguntas actuales, válidas, vitales para el tiempo que vivimos.... pero también propone muchas preguntas que inevitablemente se vinieron en la maleta. Oriente es claridad y contradicción, avance y retroceso. A fin de cuentas, Oriente no es qué tan lejos, sino qué tan profundo.
Así empezó esta travesía, como una pregunta necia, constante. Fui hasta el otro lado del mundo, exactamente el paralelo opuesto al de México, respiré ese aire barnizado de especias, sumergí mis manos en agua sagrada y encontré refugio bajo el techo del mundo. Ahora (palabra mágica que aprendí en el Tibet) ¿qué queda después del viaje? Ya pasaron tres meses y no logro completar la respuesta a mi pregunta.
Así quiero compartir estas líneas, vaciando un poco de aquello que el alma recuerda, para ver si logro responder la pregunta. De antemano me disculpo por la falta de datos concretos, la mala memoria para precios, nombres, lugares y todo aquello que no percibí.
A todos los involucrados en el viaje, ahora lejanos y viviendo sus vidas, si llegana toparse con estas palabras, acepto cualquier queja y reclamación por lo que escriba de más y por lo que no escriba. Para todos va un enorme "gracias" cuya sinceridad espero brille entre todo este palabrerío.
Dudas, aclaraciones, comentarios y respuestas... se quedan en este blog.
Preguntas... creo que ya tengo suficientes con estas.
::claus::
Nota: todas las fotos en este blog son originales aunque las haya tomado con una cámara prestada... si se las vuelan espero sea para algo bueno y porque les hayan encantado.
November!
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Hace 5 años.
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